Cuando estudiamos el Libro de Mormón en seminario, llegamos a Moroni, un profeta al que realmente admiro. Sin embargo, siempre me había preguntado: ¿Por qué estaba solo Moroni? ¿Por qué nuestro Padre Celestial no mandó a alguien para hacerle compañía? ¿Por qué no se quejó cuando el Señor le dejó completamente solo para terminar el Libro de Mormón?
Mi madre la cual era la maestra me explicó que, a causa de su rectitud y su fe en el Padre Celestial, Moroni sabía que no estaba solo; tuvo al Padre Celestial y a Jesucristo para ayudarle a completar el Libro de Mormón. Entonces me di cuenta de que Moroni no necesitaba que nadie estuviese físicamente allí porque sabía que había alguien velando espiritualmente por él; sabía que el Padre Celestial nunca se iría de su lado.
Eso me impactó profundamente. Ahora sé que siempre que pienso que estoy sola, no estoy espiritualmente sola dado que tengo la compañía del Espíritu Santo que me ayuda a sentirme más cerca de mi Padre Celestial y de Jesucristo. Sé que, mientras tenga fe y confianza en el Señor, jamás caminaré sola.
Esa lección en particular tuvo un gran impacto en mi fe y testimonio del Padre Celestial y de Jesucristo. ¿Mencioné que yo era la única alumna de la clase?. Ahora me siento agradecida porque me ha brindado experiencias especiales de aprendizaje con mi mamá.
"El Libro de Mormón cambia vidas, contesta las preguntas del alma, fortalece nuestra Fe y testimonio."
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